Los días pasan igual que antes, a veces rápido, a veces lento. Hay frío en la montaña mágica de Tusmare, un frío encantado que desaparece apenas entramos en la cola del hatillo -sí, ¡ahora la cola empieza desde la bomba del Hatillo!- Lo único que ha cambiado es un espacio en el que todos sentimos un hueco, un vacío inexplicable...
Y ¿qué otra cosa puede ser sino que extrañamos mucho a Santia? Todos por aquí nos encontramos a veces buscando entre las paredes, en los jardines, en su cuarto. Pajaritos, ardillas, los tres perros nocturnos, y todos nosotros, buscamos y buscamos al soremore más bello y nada que lo encontramos... Menos mal que sabemos que él está gozando por las tierras californianas, surfeando sus olas y caminando sus calles.
Sí, Santia, NOS HACES MUUUCHAAA FALTAAAA!!!
TE QUEREMOS
TE AMAMOS
TE ADORAMOS!!
un besote!!
tu mami, tu papi, tata, muri, anibal, daniel, ana, nona, rodrigo, humo, ceniza, hueso y punet... la ardillita!!
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